El compromiso del Ministerio de Fomento de modernizar la flota de trenes para aquellas líneas por las que circulan unidades obsoletas --como en la de Teruel-Canfranc, entre otras--, dio ayer un paso decisivo. Renfe acaba de aprobar la licitación de compra de 105 trenes de media distancia eléctricos o híbridos. Ya tocaba que el proceso de renovación se pusiera en marcha, tras años de sufrir la circulación de los tamagochis, fuente de continuas incidencias y molestias para los viajeros. Con todo, el proceso de recepción de las unidades está previsto para el 2023. Cuatro años en los que, presumiblemente, persistirán las actuales condiciones de la línea que atraviesa Aragón de norte a sur. Solo queda estirar la paciencia.