Tras la aceptación de los trabajadores de Opel de sacrificios para garantizar la continuidad del nivel de actividad en la planta de Figueruelas, llega el turno a las auxiliares del automóvil, en este caso a Bosal. La compañía que trabaja para Opel y Renault en Pedrola ha perdido el contrato de producción para los tubos de escape del nuevo Corsa que se fabricará en Figueruelas a finales del 2019. Sus 150 trabajadores tienen un futuro delicado, que podría pasar porque la nueva adjudicataria se hiciera cargo de la fábrica y de la plantilla, como ocurrió en otros casos. Las exigencias de Opel de rebajar costes en todos los eslabones del proceso propicia estas situaciones que repercuten directamente en salarios a la baja.