La nueva coonsejera de Sanidad del Gobierno aragonés, Sira Repollés, parece que entró ayer con buen pie en su primera comparecencia en las Cortes de Aragón. Llevaba un plan bajo el brazo para recuperar la sanidad de la comunidad, una vez se aplaque la presión que ha vivido con motivo del coronavirus. La estretegia de Repollés pasaría por reforzar la Atención Primaria, sobre todo en el medio rural, y por reducir las polémicas listas de espera, agrandadas aún más con la suspensión de muchas intervenciones. También por la contratación de más médicos y enfermeras, y por gratificar a lo sanitarios --como han hecho en otros países europeos-- que han visto excedidas sus jornadas por causas del coronavirus. Las líneas de actuación del nuevo equipo parecen las razonables si se quiere reforzar un servicio público que se ha demostrado vital. La oposición le ha tendido la mano. A ver cuánto dura la tregua.