Tres militantes del PSOE se someterán el 13 de julio al voto de los casi 200.000 que elegirán al próximo secretario general, que será ratificado luego en un congreso. En la recogida de los avales para ser candidato, se ha destacado Pedro Sánchez, que ha sacado una ventaja de 16.000 firmas a Eduardo Madina, aunque ambos han sobrepasado claramente la cifra requerida (9.800), la que ha alcanzado por los pelos el tercer aspirante, José Antonio Pérez Tapias. Poco sabemos de los aspirantes favoritos. Se dice que Sánchez es más liberal, en el sentido económico, más sólido, y que cuenta con mayor apoyo en los aparatos regionales que Madina, de quien se dice que es más volátil y más izquierdista, y por eso le puede perjudicar Pérez Tapias, de Izquierda Socialista. Pero, en realidad, el PSOE se enfrenta a la incertidumbre de un cambio de liderazgo en momentos de fragmentación de la izquierda y de falta de alternativas a la derecha para combatir la crisis. Como dice Madina, más allá de la fuerza de los aparatos, al final decidirán los militantes en una fórmula que otros partidos deberían imitar.