Ciudad de los cuatro ríos, tres más un canal, plan de riberas. Cambiar la idea, vivir mejor. Lo del río ha de servir para vivir mejor, menos plástico volando por ahí, menos plástico en el alma. Hay trozos de riberas que ya se han ido haciendo, urbanizando en el mejor sentido de la palabra, por la iniciativa privada. Así, el Chiringuito Río Ebro en la playa de Los Angeles de La Almozara, el Chiringuito de Fermín, que ha ido invirtiendo año tras año, bastante dinero, para dar un servicio de restauración junto al río, merendar y cenar en verano viendo el Pilar ahí debajo.

La recuperación de las riberas también supone amortiguar el ruido ensordecedor del tráfico en los puentes, torbellinos de decibelios que atontan a los peces y estresan a los vecinos y paseantes. El río tiene sus habitantes fijos, como Máximo Puente, que durante el buen tiempo casi vive en la orilla, con los pies a remojo, leyendo el periódico, se baja la comida --vegetariana-- y allí pasa el día viendo saltar a los peces, y cuando aprieta el calor se da un chapuzón. Bañarse en el río. Si sabemos hacer esto de verdad, nos cambiará la percepción, la idea del mundo como una plancha de asfalto. Es apasionante ver cómo las cosas que se vienen diciendo desde hace tanto tiempo, la posición geoestratégica, la recuperación de los ríos, se van concretando y se hacen realidad.

Da un poco de vértigo, y el vecindario quiere aplicarse a los negocios, sacar algo, cada cual a su nivel, y eso es bueno, porque las ideas no dan de comer, ni de beber, desde el jueves mágico de París hay un montón de proyectos que estaban más o menos agazapados, esperando la mano que los despertara, y desde ese jueves por todas partes asoman las cabecicas, brotes de una nueva primavera histórica, grandes mañanitas rutinarias en las que parece que no está pasando nada especial, pero vaya si pasa. Saltan indicios, detalles, avisos. Las llamadas que nunca llegaban, empiezan a sonar. Las riberas, todos esos actos anuales, la Bajada del Canal de Torrero, las regatas por el Ebro, esos actos simbólicos, reivindicativos, adquieren ahora otra luz, otro significado. Hasta los romanos, que trazaron el Coso y el puerto fluvial, se hacen más presentes. Ahora es más facil enseñar y aprender historia. Apetece más todo.

*Escritor y periodista