Dos jóvenes delincuentes han hecho un importante estropicio a una concejala del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza, a la que robaron el telefono móvil cuando esperaba un taxi en la calle, en la puerta de su casa. La intención inicial de los cacos no era el móvil sino el bolso --uno de esos bolsos lleno de cosas imprescindibles--, pero la concejala supo plantar cara y no lo soltó a pesar de un violento empujón que la lanzó al suelo. Lo curioso es que la víctima, cuando relata el sucedido, habla de los ladrones utilizando diminutivos: "Eran unos críos", se lamenta.