Sin pretenderlo, el jefe superior de Policía de Aragón, Leoncio Lorente, se convirtió en protagonista en la toma de posesión del jefe de la Octava Zona de la Guardia Civil en Aragón, Antonio Fernández García. Lorente lucía un aparatoso apósito en la barbilla, que le protegía los ocho puntos de sutura que sufre en propia carne, sobre los que hubo de dar reiteradas explicaciones pues, evidentemente, el radiante esparadrapo no pasaba desapercibido. Un reciente accidente de bicicleta, deporte al que es muy aficionado, provocó las lesiones.