La industria cinematográfica es cultura, pero también iniciativa empresarial que genera negocio y riqueza. El dato que aporta la plataforma Spain Film Commission es ciertamente destacable: por cada euro cedido por el Estado a través de los incentivos fiscales a producciones extranjeras se calcula que revierten 15 euros a la economía del país. Hasta ahora, sin embargo, las ayudas por rebaja impositiva se ciñen, en general, a las producciones españolas y llegan hasta un 18%, una situación que esa comisión, que capta rodajes en España, propone que el Ministerio de Hacienda eleve y generalice a las películas con capital exterior.

La reducción presupuestaria del Fondo de Protección a la Cinematografía para este año, un alarmante 14% en relación con el 2013, ha sido un golpe duro, equiparable a la implantación del 21% de IVA. Para superar la crisis, las propuestas de bonificación planteadas deben servir como empuje para la industria del cine en general y para los excelentes profesionales de los que dispone el país.