Aragón abandona el inframundo y las tinieblas después de 7 años consecutivos gracias al magnánimo mago Saruman-Rajoy, que no ha dudado en ejercer su oscuro poder para otorgar a la Tierra Media aragonesa, unos presupuestos un 7% por arriba que en años anteriores. Para nuestra presidenta y sierva de Saruman, incuestionables, por ser muy acordes con la evolución del presupuesto y la situación económica, pero como siempre, muy por debajo de la media española. 585 millones, que a priori como apunta el delegado del Gobierno, Alcalde, representan "una apuesta clara por esta comunidad" porque "aportan recursos para abordar obras e inversiones largamente demandadas", pero que en realidad perpetúan la tónica aragonesa de los últimos 7 años, en los que los presupuestos descendieron en hasta un 70%. Tremenda apuesta: damos carpetazo a la tendencia de descenso en asignación presupuestaria, pero seguimos sin contar con el peso territorial que a Aragón le correspondería y que exigiría "mayores asignaciones". Unas partidas que posibilitarían infraestructuras ferroviarias tan relevantes como la Travesía Central Pirenaica, que pondría en valor más de 1.500 km de vía férrea entre el Norte de África y el Norte y el este de Europa; movilizaría más de 30 millones de toneladas al año; y en 20 años transportaría 10 veces más que la carga que hoy pasa por Port Bou e Irún, propiciando lo urgente, el desarrollo económico. Rompamos de una vez con las tendencias perniciosas.

Periodista y profesora de universidad