Aragón gastó 548 millones de euros en medicinas en el 2018. La cifra en sí puede resultar fría o escandalosa, pero dice mucho del sistema de salud que disfrutamos los aragoneses y de cuyo valor no somos conscientes hasta que se hacen públicos los precios de los tratamientos. La jefa del servicio de Farmacia del Servet, Reyes Abad, atribuye el crecimiento del gasto a la cronificación de las enfermedades o a las nuevas terapias, que pueden alcanzar los 300.000 euros por paciente/año. Y esto no se paga solo con el IRPF. Conocer el valor de lo que recibimos debe conducir al uso racional.