Todo va a depender de los presupuestos, naturalmente. De que salgan adelante o no en el Congreso de los Diputados, que parece que no. Y si ése no es un no a Pedro Sánchez y a su oferta presupuestaria, nada tendría de extraño que el presidente del Gobierno dijese sí al superdomingo electoral del próximo mes de mayo. Agrupando en una sola jornada cuatro votaciones bien distintas: generales, autonómicas, europeas y municipales.

Los expertos del Partido Socialista están considerando seriamente esta posibilidad, en base a su creencia de que el PSOE se moviliza más y mejor en elecciones generales. Siendo en esas campañas donde la maquinaria de Ferraz funciona con mayor dimensión y precisión, y donde se concentran los mensajes del argumentario socialista (perdón, socialdemócrata).

Moncloa, claro está, opina que Sánchez tiene más tirón que muchos de los barones en sus respectivos territorios, algo, sin embargo, que está por ver, pues no se percibió, por ejemplo, en Andalucía.

Otro de los factores que podrían inclinar a los socialistas a convocar el superdomingo electoral es la división de la derecha.

Hasta ahora, el PP se partía el botín con Ciudadanos, pero la irrupción de Vox en Andalucía y su multiplicación, como los panes y las peces del nuevo evangelio ultra, en las subsiguientes encuestas, invita a pensar que el partido de Santiago Abascal puede obtener un resultado sorprendente.

Por la novedad, en parte, por el grado de irritación de buena parte del electoreado con un conflicto catalán que nunca acaba de cerrarse, supurando constantemente inestabilidad y desconfianza entre los más conservadores, y por supuesto entre los radicales, y porque la división del voto de la derecha en tres bloques, PP, Cs y Vox, se dejaría seguramente unos cuantos diputados en el camino, debido a los famosos restos de la Ley D’hont. Pudiendo así favorecer a un PSOE que parece vaya a imponerse claramente a un Podemos en plena crisis de liderazgo de Pablo Iglesias y a una Izquierda Unida dirigida por el peor líder de su historia, Alberto Garzón.

Doctores tiene la iglesia socialista.