El Premio Biblioteca Breve de Seix--Barral siempre se revela como una agradable cita para dejarse sorprender por una novela arriesgada, como las que suelen conquistar el galardón. Es, también, una buena ocasión para reencontrarse con una constelación de autores y mutuamente ponernos al día.

Tradicionalmente, el día de la entrega llueve en Barcelona. Asimismo en esta edición desapacibles gotas caían sobre el Museo del Mar cuando Fernando Aramburu, el autor premiado, compareció para recibir el reconocimiento.

Lo hizo escoltado por un jurado compuesto por José Manuel Caballero Bonald, Pere Gimferrer, Carme Riera, Eduardo Mendoza y la directora de Seix--Barral, Elena Ramírez.

Ávidas pretensiones, la novela ganadora, ofrecerá a los lectores el aspecto más lúdico y humorístico de Aramburu, un autor versátil y siempre original.

En clave de humor, intervine para recordarle que, como fetichista (todos los somos) la ficción y la suerte se alían con su realidad en busca de nuevos tonos y efectos, y de ahí a concluir que Valle Inclán o Gómez de la Serna han podido ejercer en esta oportunidad como fetiches o dioses lares de Aramburu y de sus Ávidas pretensiones ya no hubo mucho trecho porque el esperpento asoma en la novela, junto con el sarcasmo y la sátira.

Formado en Zaragoza, en la Facultad de Filología, Aramburu se instaló siendo muy joven en Alemania, donde ha residido desde la publicación de sus primeros libros, Fuegos con limón, No ser duele o Los ojos vacíos. Textos en los que ya se adivinaba su complejo y metafórico universo, sustentado sobre una poderosa poética.

El ambiente literario en Alemania le es muy conocido, con factores que valdría la pena importar, como el respeto hacia los escritores, hacia la difusión de sus obras y derechos de autor, la frecuencia de las lecturas públicas, la seriedad de sus ciclos y ferias... Curiosamente, otro autor con mundo propio, Ricardo Menéndez Salmón, residirá este año en Alemania para trabajar en un nuevo proyecto editorial. Y sabemos que el nuevo libro de Javier Cercas le está obligando a leer en alemán, a lo largo de su proceso de documentación...

Alemania está de moda.

Soy hombre paciente, pero espero con avidez las Ávidas pretensiones de Fernando Aramburu.