El pasado sábado, el centro histórico de Zaragoza se transformó en una explosión de alegría, juventud, solidaridad y color.

El Servicio de Voluntariado y Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza, en combinación con 26 casas de juventud y 39 centros educativos en los que se viene desarrollando el proyecto de Integración de Centros Escolares (PIEE), quiso mostrar a todos los ciudadanos zaragozanos un amplio abanico de las actividades que realizan a lo largo del año.

Para ello, se decidieron a tomar las calles, en especial las plazas del Pilar y de San Bruno, cuyo cotidiano aspecto cambió sustancialmente para revestirse con las camisetas amarillas de los voluntarios y colaboradores y con la presencia de cientos de niños y jóvenes que participaron en los actos.

Muy variados, ciertamente, pues abarcaron desde clases de caligrafía japonesa (acompañada por degustación de sushi, exhibición de quimonos y música oriental en vivo) a exhibición de prototipos e inventos electrónicos diseñados por los propios jóvenes; desde partidos de futbito o baloncesto junto a la fachada de La Seo, en promoción de la Liga de Deporte Joven, hasta clases de pintura y actividades manuales.

Así, el espacio situado frente a la Delegación del Gobierno en la plaza del Pilar acogió un área destinada a nuevas tecnologías y cultura maker (proyectos con leds, sensores, etc).

En la plaza de San Bruno se concentraron actividades muy relacionadas con la solidaridad y el arte urbano: talleres de henna y distintas artesanías, muestras de grafitti, exposiciones fotográficas, etcétera. Cuenta cuentos, exhibiciones de música--circo, juegos cooperativos, master class de flashmob y distintas animaciones nocturnas cerraron una jornada interesante, creativa y, desde luego, muy diferente.

Un éxito de participación y una muestra más del excelente trabajo que viene realizando el Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza. No siempre valorado, no siempre divulgado, pero tremendamente eficaz, al actuar de forma positiva y moderna sobre la base educativa misma de nuestra sociedad. Al conseguir que nuestros adolescentes sean cada vez más positivos, respetuosos y solidarios con el medio ambiente, la educación, el compromiso y las necesidades de los demás.