A menos de un mes del plazo dado por el ministro de Defensa, el repliegue de las tropas españolas en Diwaniya se complica por momentos como consecuencia del recrudecimiento de la situación que se vive en esa ciudad iraquí. Los logísticos aragoneses, cuya misión es desmontar el acuartelamiento de Base España, tienen grandes dificultades para desarrollar su trabajo, ya que su primera obligación es protegerse y defenderse de los ataques de mortero que sufren en las inmediaciones de la misión española. Si esta situación de "guerra total" se mantiene resultará prácticamente imposible cumplir los plazos dados por el ministro José Bono, ya que el plan se había diseñado para ejecutarlo en condiciones normales, pero no obligados a trabajar con pesados chalecos antibalas y con la tensión de los ataques junto a la base española. Acertó quien aventuró que se sabía como había entrado España en el conflicto, pero que la salida sería una incógnita.