La petición del Ayuntamiento de Zaragoza de incluir en el convenio del AVE dos líneas de metro ligero abre nuevas dudas sobre el planeamiento urbano de la ciudad. A cambio de esta solicitud, se construirían mil pisos libres además de los previstos inicialmente, lo que desvirtúa el planeamiento urbanístico pactado. Es pronto para opinar, aunque está claro que hay que definir las posibilidades reales de la ciudad para asumir más y más zonas residenciales antes de cerrar la operación. Para crear el metro habrá que tirar del urbanismo, pero también pedir a otras administraciones que se involucren. Financieramente, claro.