A los que han ido al hospital, a los que se desmayan, a las que sufren ictus, herpes, a los que se encuentran pachuchos, a las que les estalla un bote de ambientador, a los que pierden el oremus, a los que les duelen las muelas, a los que se han muerto y nos vamos a morir, a los que se operan hoy y mañana y pasado y al otro, a los que les han dado fecha para la próxima revisión para dentro de seis meses, a los que no saben qué les está pasando, a los que les salen pupas, a las que sufren de granos cabezones, a los que por c o por b no pueden disfrutar de este estado de semibienestar extraño que exige gastar cien euros para quitarse un resfriado o encontrarse a si mismo, a los que sufren hemorroides, fiebres, penas, jaquecas y malestares de todo tipo. A las que reciben palizas domésticas, a los que sufren malos tratos u olvido de sus nietos, a la gente que no llega ya no a fin de mes sino a fin de semana, a los que apuñalan, a los que perecen en esas carreteras, a los que se dejan las llaves en casa y no saben dónde ir, a los que beben y conducen, a los que se ahogan en un vaso de agua, a los que acaban de despedir del trabajo, a los que van a "flexibilizar", a las que van a pasar la navidad lejos lejísimos de sus familias, de Rumanía, Ecuador, Africa, Teruel y tantas partes, a los que no pueden viajar para ver los anuncios y discutir un poco con sus seres más queridos, a los que no les pagan lo que les deben, a los que no consiguen una conexión, a de los pueblos a los que no llega el teléfono ni fijo móvil, a los que están en la cárcel porque se parecen mucho a alguien, a los convalecientes y a los minusválidos de todo tipo, a los que sufren enfermedades raras, minoritarias, que encima de estar malos se sienten raros, a los que para conseguir un papel tienen que hacer cien mil kilómetros en vano... En fin, con un poco de salud y cuatro chucherías del todo a cien se puede ir tirando. Incluso sin las chucherías. Cuando a uno le falla el server, o un terminal, lo demás empieza a resultar superfluo. Y cuando un ser cercano (seres de cercanías) está en el hospital o en trance de salud, lo demás es por demás.

En general, todo es por demás. Excepto la Expo, claro, que nos da un horizonte, unos ríos más limpios, o por lo menos una camiseta de felpa. Hala, ánimo y no reñir. Este año ya nos ha tocado la lotería.

*Escritor y periodista