CCOO trabaja desde 2008 en la recopilación de los datos de empleo del Servicio Aragonés de Salud, una iniciativa que le permite constatar que desde entonces se han perdido casi 2.600 plazas en el organismo, un 13% de los efectivos. El sindicato lo achaca a una política basada en la temporalidad, que alcanza casi el 30% del empleo, con trabajadores que renuevan mes a mes o por periodos más cortos de tiempo, pero que pueden llevar hasta diez años. La consejería debería reordenar las plazas y dotar al servicio de estabilidad que, seguro, redunda también en beneficio de los usuarios.