El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, inauguró ayer en Zaragoza un nuevo formato de debate con sus militantes al que acudieron centenares de ellos. La iniciativa del nuevo líder socialista de responder a las preguntas que le plantea la militancia, en la búsqueda de un corpus ideológico que acerque a las bases y los líderes ante los resultados de las últimas elecciones y los negativos anuncios de las encuestas, ha podido encontrar en este sistema una herramienta adecuada que le acerque a los problemas de la calle, de sus propios militantes. Algunos de los cuáles, por cierto, le recordaron que el PSOE debe ser un partido de izquierdas. El sistema, que está por testar, exige enfrentarse a los compañeros a pecho descubierto, sin refugiarse demasiado en las frases o ideas al hilo de la actualidad. Ahí se ganan los liderazgos.