Desde Ferraz, Sánchez ha impuesto su ley y sus listas, incluso la municipal de Zaragoza encabezada por Pilar Alegría. Pilar nunca fue sanchista, pero gracias al jefe ha podido impedir que le metieran en la candidatura un poco más... de lo mismo de siempre. Merced, también, a las gestiones bajo cuerda del único socialista aragonés capaz de bandearse (desde Huesca, claro) entre oficialistas, barones, tardofelipistas y renovadores... Merced a ello, digo, y a otros factores, el PSOE presentará en la capital del Ebro una oferta electoral más que apañada (una ex-eurodiputada, un vicerrector de la Universidad, un director de hospital...) y conseguirá disipar, al fin, la alargadísima sombra de lo que podríamos denominar triviñismo.

Eso les viene al pelo a los del puño y la rosa porque, para su gozo, la otra izquierda, la alternativa, se disgrega en un rompecabezas indescifrable. Podemos no irá en ZeC porque prefiere sostener su marca detrás de Violeta Barba. Y por otro lado las primarias que ha de celebrar la plataforma que aún gobierna la capital aragonesa pueden dar sorpresas. Ya no participarán tres mil setecientos inscritos, como la otra vez, sino muchos menos. Y en esas condiciones todo queda a favor del PCE, que sabe cruzar el voto como nadie, y desde luego bastante mejor que Santisteve y sus comunes. Ojo no acabe Cubero de candidato a alcalde.

Mal que les pese a los barones de su propio partido, Sánchez está resucitando al PSOE (será por eso que las derechas le odian tanto). El todavía presidente del Gobierno ha seguido una trayectoria zigzagueante, plagada de giros y oportunismos. Pero puede llegar a la meta y desde luego impedirá que la socialdemocracia española (que con Susana seguiría en encefalograma plano) se convierta en irrelevante. Ayudado con eficacia por los desbarres de la dirección de Podemos, y por la derechización de Casado, y por la amenazadora catadura de Vox, cuyos dirigentes militarizan sus listas mientras amenazan abiertamente con ilegalizar, si pueden, cualquier partido que no les guste. Qué curioso todo.