El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, tiene que hacer algo para desatascar la gestión en el ayuntamiento. Tres años después de su elección no puede darse por acabada la legislatura ni dejar de avanzar en las negociaciones con el Gobierno de Aragón. El alcalde debe tomar realmente la vara de mando y seguir por la línea de actuaciones que le han llevado a sacar adelante la ley de capitalidad o acuerdos con Fomento, además de los buenos resultados en la economía municipal. La ruptura con la oposición no debe continuar. Y el diálogo pasa por volver a abrir las sociedades,