El negocio de la banca es uno de los más conservadores del mundo, pero muy frecuentemente es uno de los más agresivos. Emilio Botín, presidente del SCH, lo demuestra ahora una vez más con una nueva iniciativa en territorio comunitario, apenas unos meses después de poner en orden y en condiciones de rendir beneficios a su aventura latinoamericana. La compra del Abbey National supone subir un escalafón para jugar en la liga europea. De hecho, para encabezar la competición, puesto que el SCH pasa a ser el primer banco de la zona euro y, en clave española, le saca varias cabezas a su inmediato competidor, el BBVA.

La operación, que supone sobre todo ganar volumen de negocio, constituye también la primera compra de dimensión transnacional importante, dado que hasta la fecha las grandes adquisiciones y fusiones bancarias se habían limitado a los ámbitos nacionales. Las caídas en la bolsa de ambas entidades no deben interpretarse sólo como la manifestación de las dudas de los inversores, sino también como el primer paso en la adecuación de los valores de los títulos de las dos sociedades para hacer más equiparable el canje establecido en las condiciones de la absorción.