Los amigos de José Luis Iranzo, asesinado en Andorra, siguen insistiendo en conocer los detalles del operativo de protección que la Guardia Civil desplegó tras el primer incidente con armas en Albalate, lo que originó una demanda por la seguridad que persiste. Ayer, en la localidad monegrina de Frula, el pueblo se concentró en repulsa por los hechos del pasado domingo, cuando dos jóvenes llegaron a disparar en un acto que incluyó amenazas derivadas de actos machistas. El municipio se volcó en denunciar esta violencia de género, pero consideró el tiroteo como un hecho excepcional, afortunadamente sin heridos. No son acontecimientos comparables, pero exigen evaluar la protección rural.