Para la próxima semana se espera la sentencia del conocido como caso Mallén, que ha tenido el triste privilegio de ser el primer gran juicio sobre corrupción en Aragón. No será el último. Pendientes están el caso La Muela y el cada día más complejo caso Plaza, este todavía en proceso de instrucción. En los juzgados ya se detectan los nervios ante la inminencia de la sentencia, desde los afectados a las defensas o la propia Fiscalía. Cuestión de días.