Tengo que manifestar que como jurista me chirría un poco que el Tribunal Supremo eleve la condena de nueve años de prisión impuestas a los encausados de La manada, a quince años de prisión, calificando los hechos como violación, y no abusos con prevalimiento. Siendo cautos, porque todavía no se ha publicado la sentencia, creo que esto es un aviso para navegantes.

La mujer tiene que ser respetada, y creo que hoy en día las mujeres se tienen que sentir más seguras con este tipo de sentencias.

Podríamos pensar que el Tribunal Supremo ha sucumbido a la presión social. Pero, sería mejor decir que el Tribunal Supremo ha adaptado sus sentencias a los tiempos actuales.

Venimos de años donde la mujer ha estado relegada a un segundo plano, incluso muchas generaciones hemos sido educados así, de hecho, yo fui a un colegio que hasta los catorce años solo íbamos chicos; ¿hay algo más absurdo que eso? ¿Qué tipo de discriminación es esa? Pero hoy en día, la sociedad va transformándose y las mujeres tienen que tener, como es normal, los mismos derechos que los hombres, incluso hasta que la sociedad no cambie, tienen que gozar de una especial protección.

Las cifras de delitos por violencia de género son altísimas, y aparte de educar a las nuevas generaciones de que es lo correcto, debemos tener jueces y magistrados implacables en la aplicación de la ley.

Esta sentencia es un ejemplo para ello. He visto homicidios, es decir, quitar la vida a otra persona, que han tenido menos pena que esta. Por eso digo que esta sentencia es un antes y un después en lo que a violaciones grupales se refiere.

La mujer tiene que ser altamente respetada, y el que no lo haga se enfrenta a sentencias ejemplarizantes como esta. El alto Tribunal acaba de transmitir a la sociedad española un claro mensaje de que toda acción tiene su consecuencia y que la justicia en determinados delitos puede ser durísima. Aprendamos todos de esta sentencia.

*Abogado