El anuncio gubernamental del plan de ayudas a la sequía establece una serie de medidas para paliar en distintas cuentas fluviales los efectos de unas carencias que tendrán fuertes repercusiones sobre las economías agrarias. Sin embargo, la cuenca del Ebro, inicialmente, no se incluye en ellas a pesar de que en la margen derecha también se sufre sequía. Todavía queda la tramitación parlamentaria para que se puedan incluir, como reclaman las organizaciones agrarias. El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, que dirige Isabel García Tejerina, debería considerarlo.