Por mucho que el Gobierno de Rajoy considere que Aragón no tiene suficiente sequía para recibir ayudas, conforme pasa el tiempo se aprecian más pérdidas en la comunidad. Ahora que acaba de comenzar la cosecha de los olivares, ya han calculado los agricultores que este año habrá hasta un 80% de pérdidas en Calatayud y un 50% en el Bajo Aragón. Y si esto es así finalmente, supondrá que como habrá más demanda que oferta el precio del aceite irá al alza para el consumidor. Además, las alrededor de 7.000 familias que viven de este sector en Aragón, que da empleo y riqueza a muchos pueblos, deberían recibir el apoyo de las administraciones española y europea. Por mucho que diga Rajoy.