A principios del año 2020 los medios especializados llamaron la atención sobre una “serie” de origen chino que tenía los ingredientes para convertirse en un éxito a nivel mundial. Un virus contagioso aparece en un lugar remoto causando miles de muertos. Enseguida nos llamaron la atención algunos elementos exóticos: la sopa de murciélago, la construcción en tiempo record de un hospital en Wuhan (retransmitida en directo las 24 horas) y el brote en un crucero en Japón (¿alguien se acuerda aún de los capítulos en los que salía el 'Diamond Princess'?).

En apenas un mes las tramas de la serie se multiplicaron y empezaron a “rodarse capítulos” en otros países asiáticos, y el interés empezó a crecer cuando comenzaron los capítulos occidentales, especialmente en Italia. Algunos empezamos a temer que en cualquier momento se iba a producir un giro argumental y que en breve nos íbamos a convertir en protagonistas involuntarios de una serie con tintes apocalípticos que todavía estamos viviendo en riguroso directo.

Capítulos muy duros

El SARS-CoV-2 ya hace casi un año que llegó a Aragón y nos ha traído capítulos muy duros con confinamientos de todo tipo, hospitales saturados y miles de muertos. En estas series a todos les gusta aparecer en un papel protagonista: el científico que desarrolla la vacuna, el gobernante sabio que consigue salvar a sus ciudadanos, el médico que encuentra un tratamiento eficaz… Aragón también ha tenido algunos momentos estelares en la serie. Por una parte, una empresa aragonesa fue de las primeras en desarrollar y comercializar una prueba diagnóstica, y por otro lado nuestra región fue el presunto origen de la variante 20A.EU1 con la mutación S222V que fue mayoritaria en la segunda onda epidémica iniciada el verano pasado. Una de cal y otra de arena. Ahora ya son tantas las variantes que la nuestra ha quedado relegada al olvido.

Los espectadores/protagonistas de esta serie empezamos a sospechar que a los guionistas se les acaban las ideas repitiendo una onda epidémica tras otra con los mismos argumentos: confinamientos, desescaladas, mascarillas, ventilación... Hay que reconocer que la aparición de las vacunas y los mutantes de escape en los últimos capítulos han animado bastante la trama, pero creo que todos vamos teniendo muchas ganas de que la serie finalice con una sucesión de imágenes de grupos de gente por las calles, niños jugando y muchas caras sonrientes (y lo sabremos porque todos irán sin mascarilla).