La falta de imaginación de los gobiernos regionales y el escaso fuste de sus dirigentes son probablemente dos de las causas de la desafección política reciente. En Murcia, el PP pide a Ciudadanos apoyo para recuperar el Plan Hidrológico Nacional y el consiguiente trasvase al Levante. Va saltando el partido naranja de jardín en jardín, pero como caiga en este, el peaje a pagar será muy alto. Una cosa es garantizar la gobernabilidad de una región, tras la dimisión de su presidente por una investigación por corrupción, y otra agitar fantasmas que, además de no beneficiar a nadie, son absolutamente irrealizables. C’s supo ver la ola que pasaba; ahora le toca aguantar subido en ella. Y eso es más complicado.