A sus 86 años, Manuel Pertegaz conserva la capacidad creativa que lo hizo mundialmente famoso en los sesenta y la humildad y la fuerza del hombre que se hizo a sí mismo esculpiendo telas. El certero homenaje y su designación para vestir de novia a la futura reina no le han separado ni un milímetro los pies del suelo. Los tiene muy bien puestos. Lo dejó muy claro no hace mucho ante un político aragonés que le pidió que hiciera "algo" por Teruel: "Sólo sé hacer una cosa, señor, coser moda y mostrarla". Era la misma respuesta que le dio a un gobernador civil de Teruel, que también le pidió en los años sesenta que hiciera "algo". Aquel gobernador le tomó la palabra, y el gran Pertegaz organizó para sus clientas un fantástico desfile en el Parador Nacional turolense. Modelos y clientas posaron entusiasmadas para el Hola y el No-Do, y el gobernador quedó muy satisfecho, lo mismo que el alcalde de Olba que acto seguido le organizó un sincero homenaje: "Cuando entré en mi pueblo repicaron las campanas en mi honor", confesaba emocionado. Pertegaz se conmovió cuando el alcalde de Olba le dijo que no tenían agua: "Sólo esa fuente. Si usted pudiera hacer algo...". Y yo, dijo Pertegaz dirigiéndose al político aragonés que le pedía "algo" para Teruel, "hice lo único que podía hacer, telefonear al gobernador para decirle que en mi pueblo no tenían agua ni vertido y que me parecía vergonzoso". ¿Y...?, preguntó el político aragonés. "Pues que poco tiempo después llevaron el agua a las casas, porque esas cosas las tienen que hacer ustedes. Yo sólo sé cortar y coser". En el Reina Sofía está el resultado.