El enrevesado conflicto de los bienes sacros de la Franja aragonesa no necesita más líos. El que surge ahora hace referencia a la cuna de Sijena, guardada en la actualidad en el Museo de Zaragoza, pero custodiada hasta hace poco por una familia particular con la que la DGA ha mantenido conversaciones últimamente. Dice que no es para pagar nada por la joya pero no ofrece ningún detalle más de estos contactos. Hace falta claridad. Hay que saber si la DGA va a pagar o no o si a cambio hay algún matiz que debería hacerse público.