Cerramos agosto con otro reto del fanatismo islámico, en esta ocasión perpetrado contra un estado laico y firme opositor a la invasión de Irak. Nos referimos al secuestro de dos periodistas franceses, Christian Chesnot y Georges Malbrunot, a punto de ser ajusticiados (más correcto es decir vilmente asesinados) si Francia no revoca la ley que prohíbe portar signos religiosos en los centros de enseñanza, cual es el caso del velo. La seriedad del chantaje está fuera de dudas, y ahí tienen los restos mortales de otro periodista, el italiano Enzo Baldoni, para avalarlo. Quienes podemos comprender y argumentar las razones para la revuelta del pueblo iraquí ante una invasión extranjera, y llamar "resistentes" a quienes se juegan la vida contra el invasor, bajo ningún concepto debemos caer en la trampa de confundir a esas gentes con los terroristas que causaron la tragedia de Madrid, decapitan a inocentes trabajadores por el solo hecho de ganarse la vida y ahora la toman con los obreros de la noticia (¿qué sería de nosotros sin tan preciados testigos, siempre testimonio de lo bueno y de lo malo?). Chantajistas sin velo, no respetan a Dios ni al diablo. Ya va siendo hora de que nos enteremos: sólo ellos poseen la verdad. ¿Qué tendrá que ver el famoso velo que las leyes de un estado laico impiden llevar en la escuela, en tanto que manifestación de una religiosidad, con las justas causas de un pueblo? Los musulmanes franceses lucharon contra esa prohibición mas ahora cierran filas con el Gobierno y llaman a la razón frente a los terroristas chantajistas. Que cunda su ejemplo en todas partes.

*Profesor de universidad