Hace falta mérito para sacar adelante una feria como Smopyc, destinada a la maquinaria de obras públicas y de la construcción, cuando se arrastran al menos cinco años en los que la inversión de las administraciones destinada a infraestructuras se ha frenado de forma espectacular y el levantamiento de nuevas casas está pendiente de que se vendan los estocs acumulados. Pese a esta situación, que se refleja en el descenso de expositores en un 60% desde la edición del 2011, el sector todavía confía en la capacidad comercial de la feria, aunque solo sea para impulsar ventas en el exterior.