Hay responsables políticos que creen poder con el refrán y obtener solo beneficios en su actuación. Partidos de la oposición que tuitean furibundamente contra el Gobierno, un domingo por la tarde, acusando de utilizar a la Guardia Civil para acallar las voces críticas, y que al día siguiente se tienen que sentar a negociar con ese mismo gobierno un pacto para la reconstrucción. Partidos políticos que tienen responsabilidades de gobierno en comunidades autónomas que acusan de oscurantismo en la rendición de cuentas al Gobierno central, y ellos no han comparecido ni una sola vez en sus respectivas Asambleas. Eludir responsabilidades es una de las primeras tentaciones que se producen en las crisis, intentando apartar el foco sobre tu actuación y redirigirlo sobre otros, pero ahora no es posible.

Todos están implicados en este proceso, más quien tiene la responsabilidad del mando único, pero le siguen en orden descendente los demás. Todos son examinados con detalle por los ciudadanos, tenemos mucho tiempo y preocupación de sobra para hacerlo. Va a ser difícil conjugar un discurso de ataque y derribo a Pedro Sánchez con la participación en la comisión de reconstrucción del país, que abrumadoramente según las encuestas solicitamos. Soliviantar primero los ánimos de tus votantes para luego explicarles los acuerdos con el responsable de todos los desmanes.

El equilibrio entre el mando único, la pluralidad interna del Gobierno y el Estado de las autonomías también ha devenido más precario a medida que la urgencia sanitaria va rebajando de nivel. Son sobre todo las comunidades más castigadas en la incidencia de la enfermedad, Madrid y Cataluña las que mantienen ese pulso con el Gobierno Central sobre la publicación de los datos, la afectación en las residencias de mayores, y el suministro del material. Intentan a la vez despejar el foco sobre sus competencias en aquellas áreas en las que salen más perjudicados, y reclamar más luz en las que pueden evidenciar ventajas partidistas como la apertura de colegios o la reducción de impuestos. Señalan los aviones que pierde el Gobierno central y no son capaces de encontrar los suyos.

Hay decisiones como apoyar la prórroga del estado de alarma, que a excepción de los del todo mal, devienen obligatorias con todos los peros y las matizaciones a añadir. Hay decisiones en la reconstrucción que se van a tener que tomar de manera compartida y por lo tanto corresponsable. Hay que reequilibrar la balanza entre la crítica y el apoyo.