Entre los políticos que estos días debaten en los foros autonómicos y municipales puede establecerse una sutil línea: los que han gestionado y los que no. Así, los partidos nuevos (Podemos, Cs, Vox) o los que apenas han gestionado (IU) manifiestan un mayor nivel de crítica, aunque no siempre ni en todas las materias ofrezcan a los electorados nuevas alternativas. De hecho, se detecta una preocupante ausencia de grandes proyectos.

En cambio, los candidatos pertenecientes a siglas con experiencia de gobierno suelen atemperar sus intervenciones con más balances de gestión propia o compartida y menos reinvindicaciones (no podrían justificar no haberlas dinamizado gobernando).

Como, por ejemplo, sería el caso de Chunta Aragonesista, que en la última legislatura ha formado parte del equipo de gobierno socialista de Javier Lambán. Muy lealmente, el secretario general de CHA, José Luis Soro, se ha venido desempeñando como consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda.

Lo ha hecho, creo, con buena nota.

Su forma de ser, la de un político accesible, bien formado profesionalmente y armado en muchas de las luchas históricas de Aragón, le ha llevado a planificar el territorio con la mirada puesta en el futuro de la movilidad y del turismo. Los alentadores resultados de Soro y su equipo con el Canfranc y la comunicación ferroviaria con Teruel, entre otros logros, han sido fruto de una justa exigencia y de una constante y argumentada negociación. Partiendo de la ventaja de que CHA, como partido independiente, carece de atadura o condición previa alguna a la hora de plantarse ante un Gobierno central, actitud que no siempre toman los partidos de obediencia nacional.

Depositario de los valores del nacionalismo de izquierdas y firmante de un programa atractivo y necesario para Aragón, Soro lleva muchos pasos por delante a otras formaciones que ni han demostrado capacidad de gestión ni parecen contemplar otro Aragón que un híbrido entre autonomías en proceso de atomización o de recentralización. La bandera nacionalista debería seguir ondeando en aquellas instituciones que contribuyó a crear.