Sencillamente seguimos estando totalmente adscritos a la frase Spain is different. ¿O lo dudan ustedes? Para botón muestras. Somos ejemplo europeo de ineficacia, de falta de unidad política, de falta de consenso, de picaresca, de malas argucias, de justificaciones que no tienen justificación, de caos y crisis provocadas. Como algunos podríamos pensar: «Esto es un sinvivir».

Un país donde aumenta de manera progresiva e imparable el mal bicho del covid-19, donde se restringe la vida social, se clausura la cultura, se piden toques de queda, autoconfinamientos y restricciones todos los días, donde la hostelería y el turismo se derrumban, los comercios y empresas bajan sus persianas, la planificación y la logística falla, las jeringuillas no son las correctas, donde volvemos a caer en la misma piedra de no haber hecho gran cosa desde la primera ola, donde el reparto y puesta de las vacunas es un galimatías y las vacunaciones se retrasan, donde algunos, cada vez más y de todos los sectores, se las ingenian para colarse y ponerse su dosis sin esperar el turno, ¿les suena?, donde las ayudas a las subvenciones y los ertes se prolongan, pero muchos de ellos no llegan a pagarse y donde las llamadas colas del hambre aumentan y se multiplican sin dar tregua, donde las fiestas ilegales y botellones de jóvenes y menos jóvenes inconscientes, irresponsables y poco solidarios siguen sin saber lo que es una pandemia y de lo que puede y de hecho sucede en el origen de sus actos y acciones y su rebelión contra las normas y restricciones que se promulgan.

Necesitamos unidad y el «todos a una». Basta ya de tener diecisiete planes distintos, uno por autonomía a cual mejor o peor, basta ya de promesas que no se cumplen, de multas que no se pagarán, de intereses políticos de fondo presentes y futuros, de excusas y acusaciones de unos a otros y de otros a unos, de desapariciones políticas cuando no interesa aparecer. Si seguimos así, y esto es de cajón y de sentido común, esto no hay quien lo pare, a pesar de Fernando Simón, del comité de expertos y del Gobierno Frankestein. Necesitamos todos ya algo de descanso físico y mental, de descongestión y mala baba, de un día esto y al día siguiente lo otro.

Y ya para terminar mi apoyo, ánimo y fuerza a los que de verdad se comportan como ciudadanos responsables, a los que siguen trabajando en primera línea por los demás, sobre todo a los sanitarios de los hospitales y centros de salud que dedican su esfuerzo en salvar vidas poniendo en peligro las suyas.

A los policías y guardia civiles que también ponen su grano de arena porque eso es lo importante, salvaguardar la salud y la vida. La vida de uno, la vida de todos.