Figan fue ayer el escenario para la presentación del Clúster Nacional de Productores de Porcino para aunar esfuerzos en un sector que, en Aragón, aporta el 3% del PIB y genera más de 11.000 empleos en el mundo rural. Una actividad ganadera e industrial importante, sin duda, pero con sombras que deben ser reconducidas, como la existencia de falsos autónomos sobre la que el Grupo Jorge ya ha comenzado a regularizar la situación y que exige a sindicatos y Gobierno estar atentos. Los purines, sobre los que el presidente Lambán ha anunciado un nuevo marco normativo, exigen una gestión escrupulosa y acertada. El sector del porcino debe mantener un círculo de actividad completamente sostenible.