Ya sería el momento de que Zaragoza recuperara esas dos enormes pastillas de terreno que hay en el barrio de La Almozara, que aparte de un pabellón con goteras no tiene demasiados equipamientos deportivos ni piscina. El Soto es de Defensa --estuvo allí el cuartel de Pontoneros, pero ahora es zona recreativa-- y el Tiro de Pichón es un club privado. Están entre el Ebro y la avenida de La Almozara, justo enfrente de la cada vez más posible Expo del 2008. La pasarela desembocará en un camino que queda entre esos dos cotos vedados, y el puente del Milenio justo donde acaban esos hiperterrenos. El Soto debería entrar en las --se supone que continuas-- negociaciones con Defensa, ¿o es que se han olvidado? En la anterior legislatura algún partido pedía que ya que El Soto no se usa para fines militares no se le regalara el IBI. No parece lógico que Defensa mantenga esas instalaciones. No encaja con sus directrices. Para el Tiro de Pichón habría que mirar otras fórmulas de las que se vienen aplicando en estas operaciones, permuta, acuerdo, expropiación... Esas inmensas piezas de terreno frente al Meandro de Oro deberían formar parte de la otra orilla de la Expo y luego servir de equipamientos para el barrio. La fórmula de los pisos que se aplica en todas partes también se puede utilizar para recuperar esta zona, que además está urbanizada, está dentro de esa ciudad consolidada de la que tanto se habla y tanto se huye. Pero es un espacio tabuizado, no sólo intocable sino también innombrable. Dentro de la ciudad y justo enfrente de la Expo, con su pasarela y su puente, esos terrenos nunca se mencionan, es como si se hubieran vuelto invisibles. El movimiento vecinal ha intentado en repetidas ocasiones que los sucesivos ayuntamientos afrontaran esta operación, que es de manual. Pero nunca ha habido respuesta. En esas pastillas caben los suficientes pisos (libres, protegidos, mixtos, adosados...) como para pagar el intercambio y aún sobra sitio para poner dos o tres romaredas . Hay sitio para equipamientos públicos, para edificios emblemáticos con vistas a ese río que va a ser el más bonito y el más limpio del mundo y para cualquier cosa que se les ocurra a los próceres y los ciudadanos. Las afueras ya son los adentros, y ya que estamos en la fase de removerlo todo, es raro que nos olvidemos de esto.

*Escritor y periodista