La Ofrenda a la Virgen del Pilar de Zaragoza volvió a ser todo un espectáculo de fervor marianista y tradición popular en el que participaron más de 300.000 personas. Los oferentes aguantaron las largas filas para depositar los millones de flores que portaban a los pies de la Virgen. Una ofrenda que duró más de 12 horas, desde las 7,30 de la mañana hasta casi las 8 de la tarde, y que ni el chaparrón que cayó sobre Zaragoza a primera hora de la tarde hizo desistir al público. La buena organización permitió que grupos y oferentes individuales afluyeran a la plaza del Pilar en orden.