En pleno proceso de debate de los presupuestos de Zaragoza, se van conociendo datos que no solo no suman sino que restan. Y a ese capítulo se incorpora la concesionaria del mobiliario urbano: JCDecaux. La multinacional francesa, cuyo contrato finalizó el año pasado y le ha sido prorrogado muy a su pesar, ha dejado de ingresar a las arcas municipales los 1,4 millones que pagaba de canon anualmente. Y mientras, el consistorio no se atreve a sacarlo a concurso porque nadie invertiría los 4 o 5 millones necesarios. A perro flaco...