El sueño del Tarazona y el de la ciudad del Queiles de ascender a Segunda B se desvaneció en casa ante el filial del Alavés, con un empate (2-2). El árbitro colaboró a cerrar las puertas de la gloria a un equipo y un club que han abierto un camino que debe continuar. Aunque esta era la campaña adecuada para lograr el ascenso, hay que pensar en todo el trabajo que se ha hecho que no debe acabar en el partido de ayer. Hay un buen rumbo que proseguir,