El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, insistió ayer en restar valor al informe del inteventor que ve ilegal la municipalización del servicio de atencín telefónica 010. Para el líder de ZeC, un interventor no es «un sumo sacerdote», en un marco de instituciones democráticas. No lo será, desde luego, pero tampoco cabe decir, como pretende hacer ver el alcalde, que es una figura decorativa. De hecho, la municipalización ha sido paralizada cautelarmente por una jueza dada la existencia de este demoledor informe del alto funcionario. El enroque en el affaire 010 por parte del alcalde es inexplicable, tras constatar que no cuenta ni con la plena legalidad ni con más apoyos políticos que los de su propio grupo.