La populosa fiesta de la Cincomarzada en Zaragoza obliga a prever posibles incidencias y evitar cualquier riesgo de inseguridad que se detecte. Más con los graves antecedentes registrados en alguna edición por culpa del viento y el arbolado. De ahí que la decisión de talar 15 árboles del parque del Tío Jorge que no ofrecían garantías sea considerada una medida razonable ante la masiva asistencia que se registrará el próximo día 5. No obstante, es de suponer que si esos árboles se consideran peligrosos para el día 5, ayer y hace una semana ya lo eran. Y en un espacio público por donde circula gente. ¿Solo si hay un acto masivo en determinado parque se analiza la robustez de los árboles? ¿Se hace el mismo seguimiento con el resto de zonas verdes y se actúa con la previsión necesaria? Es de esperar que así sea, aunque no se dé publicidad.