El nuevo libro de Susanna Tamaro abunda en las características que han llevado al éxito a esta autora italiana ciertamente singular. Su título, Tu mirada ilumina el mundo, avanza ya el contenido de una narración en primera persona basada en la relación de la autora con el poeta, también italiano, Pierluigi Capello, unos años menos con él, pero con quien compartió amistad y una serie de paralelismos vitales y emocionales en sus años de infancia, adolescencia y formación. Precisamente sobre el término y el concepto de «emociones» hará descansar Tamaro la columna pilar de su casa literaria, edificada sobre los sentimientos y sobre la búsqueda del alma.

Ciertamente son esos parajes, afines a cualquier otro escritor (que no debe ser un filósofo, ni un científico, ni un dogmático religioso, aunque necesite conocer bien esos conocimientos y roles) sino un indagador de sentimientos y reacciones anímicas distintas en cada persona pero trenzadas en una malla de preceptos morales que va cambiando con las geografías y los tiempos. Leyéndola con atención, por primera vez, me ha dado la impresión de que Tamaro busca asimismo ese cedazo ecuménico, una criba a través de cuyo filtro purificar tan solo aquellos sentimientos puros, universales, que contribuyan en toda época y lugar a dignificar al ser humano.

Tanto la autora como su amigo y cómplice Pierluigi Capello han sufrido los avatares de la vida: familias desestructuradas, muertes, enfermedades, terremotos… También, la incomprensión o el desdén ajenos hacia sus capacidades intelectuales y creativas. Finalmente, el éxito les daría la razón, pero atrás quedaban hondos silencios, largos vacíos, demasiada ausencia e infelicidad como para olvidarlas con el buen sabor de las ventas de libros.

Implacable, pero también dura y tierna al mismo tiempo, Tamaro repasa sus más oscuros trances, desde la esquizofrenia al filo del suicidio, desde la caída libre de una familia perseguida por la desgracia a la soledad de aquella joven que, en medio de la indiferencia general, fue a Roma a estudiar cine... Un libro extraño, ingenuo y pretencioso a la vez, seguramente útil, con una curiosa mezcla de literatura y autoayuda en una fórmula que se ha revelado popular. Para todos aquellos que crean en la redención del mundo.