La tarifa plana se ha impuesto en los servicios de telefonía e internet porque abarata los costes para el consumidor y garantiza los ingresos para el operador. Sin embargo, las eléctricas españolas han presentado sus ofertas de tarifa plana anual para los abonados domésticos, que salen más caras que permanecer en el mercado libre o que el Precio de Venta al Pequeño Consumidor (PVPC), al que se acogerán unos 16 millones de hogares. El nuevo sistema de cálculo del precio de la electricidad diseñado por el Gobierno reflejará de forma directa los vaivenes de los precios mayoristas, por lo que además de reducir el déficit de tarifa será más volátil. Las tarifas planas, que han sido diseñadas a sugerencia del propio Ministerio de Industria, tratan de dar estabilidad al recibo de la luz, pero con la contrapartida de su encarecimiento. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha recomendado mucha prudencia a la hora de contratar una de esas ofertas porque la ventaja de un recibo fijo puede conllevar unos costes "considerablemente superiores".