Las teles se comprometen ante el Gobierno a empezar a respetar los derechos de los menores, uno de los ejes de la política de medios que propone Zapatero. Señalizarán los programas en función de la edad a la que están destinados, no emitirán espacios para mayores de 18 años entre las 6.00 y las 22.00 horas y difundirán sólo contenidos para menores de 13 años en la franja superprotegida en que hay más niños ante la tele.

Es una promesa sugerente... pero que no implica más que el cumplimiento de la normativa ya vigente. Y no encierra ninguna mojigatería: según se desprende del código de autocontrol, continuará siendo posible emitir en horario protegido programación que contenga "violencia física con daños graves" que pueda crear "conductas imitativas", o presentar "como positivos" a personajes o personas que asumen conductas "nocivas, violentas o ilícitas".

Las lagunas del código asumido por las cadenas televisivas y los antecedentes de incumplimientos obligan a ser cautos. Pero confiemos en que el Gobierno exigirá el acatamiento de la ley y no retrasará la constitución de un Consejo Audiovisual que fije con claridad e imparcialidad las reglas del juego y disponga de instrumentos para hacerlas cumplir.