El calamitoso estado de la aviación comercial en la Rusia poscomunista no necesita comentarios, pero la pérdida simultánea de dos aviones de pasajeros, entre rumores de explosiones y mensajes de socorro emitidos por el piloto de uno de ellos han disparado las sospechas de que se trata de ataques terroristas. Si así fuera, todos los indicios apuntan a Chechenia: en esa república hay elecciones el domingo para elegir al sucesor del presidente proruso asesinado en mayo en un estadio junto a varios colaboradores suyos. Aquel hecho agravó la situación, porque el presidente Putin clamó venganza y prometió, imprudentemente, liquidar a todos los bandidos y terroristas. Ignoraba lo que hasta Yeltsin había admitido: el independentismo checheno es una cuestión política.

El expresidente checheno Masjadov ha negado toda responsabilidad, pero eso no prueba nada porque él no controla a los comandos. A falta de una información fideligna --en Rusia operviven aSi se confirma que se trata de acciones terroristas, la resistencia chechena habría cometido un gran error: nadie perdonará, ni quienes quieren ver con buena fe su causa, que se derriben dos aviones con 89 civiles en defensa de objetivos políticos.