Con la térmica de Andorra se está jugando demasiado y 4.000 empleos dependen de su cierre, como para mantener tantos tira y afloja. Ahora resulta que Endesa dice que aún hay posibilidad de mantener abierta la planta si el Gobierno central se mueve, logra que la UE acepte que la fábrica reciba fondos públicos y haga inversiones. Pero oficialmente Endesa está callada, no dice nada, y todo se conoce por boca de la consejera de Economía, Marta Gastón. Esta, a su vez, también presiona al Gobierno de Rajoy para que desatasque en materia energética y el ministro Nadal no tuvo otra reacción que cargar contra Enel y el PSOE. Todo un match a ver quién aguanta mejor. Y en Andorra, mientras, todos en vilo.