El Ebro, a su paso por Zaragoza, sigue siendo problemático. Según Volunta-Ríos, el azud y los dragados que permitían la navegación de aquellos barquitos de pega aceleraron anomalías en el cauce, donde ahora proliferan las algas, perfecto nicho antiecológico para la horrible mosca negra y el temible mosquito tigre. De todas formas el azud está siempre abierto y la llamada navegación turística resultó ser inviable. Lo cual nos coloca ante un nuevo desastre (caro pero desastre) que se vio venir y se advirtió; pero formaba parte de un empeño político-institucional y fue ejecutado contra viento y marea. ¡Pues menudos son los jefes cuando se les mete algo entre ceja y ceja!

Se han perdido muchas, demasiadas ocasiones. Ahora, por ejemplo, Fomento ha vuelto sus ojos hacia los terrenos de Adif que quedaron libres en Zaragoza cuando la llegada del AVE permitió eliminar la llamada cicatriz ferroviaria. En una capital y en un país medio normales, esos solares habrían servido para cerrar la malla urbana en la ciudad consolidada. Solo que entonces estaba en marcha la expansión por el lejano Sur. Y así la mala gestión, la pugna entre instituciones y el afán por avivar el fuego de la especulación con suelo de titularidad pública (el colmo de la locura... o la sinvergonzonería) dejó muerto el entorno de la nueva estacion y de la vieja, mientras se mandaba a la gente a vivir en el quinto acampo sin servicios, sin buenas comunicaciones y bajo el rugir de los reactores.

En fin, ayer mismo, Día Mundial del Medio Ambiente, la Galliguera, la pequeña y dinámica comarca que ha convertido el uso sostenible del Gállego en un motor de desarrollo, está amenazada por un absurdo pantano, el de Biscarrués, que no ha de servir para nada (salvo para meterles ciento y pico millones a las constructoras). Sin mayores logros, Aragón gasta mucho dinero en impulsar la economía de zonas que se despueblan sin remedio. Y luego despilfarra otro pastón en joder la actividad de aquellos lugares que estaban saliendo a flote por sus propios medios. Piensen lo que quieran.