Más de 130 poblaciones aragonesas celebran este fin de semana los días grandes de sus fiestas. De norte a sur, de este a oeste, la mayoría de los pueblos multiplicarán hoy y mañana su población gracias a la llegada de propios y extraños que acuden al obligado encuentro con familiares y amigos para compartir unos días de jolgorio. Pero, al mismo tiempo, estos dos días de fiesta se han convertido en los últimos tiempos en una fecha que ennegrece el calendario muchas veces, lamentablemente demasiadas. El relajo de las fiestas y los trayectos cortos por itinerarios conocidos son muchas veces una trampa mortal para quienes se desplazan de un pueblo a otro cuando termina la celebración. La dirección de Tráfico ha extremado este año los controles en las poblaciones en fiestas, pero son demasiadas como para tener vigilados todos los puntos de la comunidad. Por eso es preciso que cada uno extreme sus propias medidas para que la fiesta acabe bien.