Lo que está ocurriendo con el recuento de votos de las elecciones municipales del pasado 26 de mayo sería un escandalazo si lo hubiéramos visto en cualquier otro país de nuestro entorno. Pero al margen del rosario de errores que se diseminan por el país, en Zaragoza, la última decisión de la Junta Electoral de Zona ha provocado la revisión de 800 mesas de la provincia tras un recurso de CHA. La artífice del desaguisado --la UTE Scytl-Vector-- ganó el concurso por 8,8 millones, dos por debajo de la oferta de Indra. Una rebaja que ya le está resultando cara al Gobierno, pues se está poniendo en tela de juicio un sistema electoral, el español, que siempre ha estado considerado como intachable.